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La belesa es una hierba anual perteneciente a la
familia de las plumbaginaceas. Esta familia pertenece al grupo de
las plantas simpetalas o gamopetalas, es decir, aquellas plantas que
tienen todos los petalos unidos entre si, como soldados formando una
unica pieza. Es una familia poco interesante desde el punto de vista
medicinal.
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Se trata de una hierba que se seca todos los años
en invierno, volviendo a renacer en primavera. Los vastagos tienen
tallos ramosos, con profundas estrias longitudinales; las hojas son
onduladas, asperas al tacto y con los bordes denticulados. Las
flores forman pequeñas espigas en las sumidades de las ramitas. Se
cria sobre todo al borde de campos y caminos, a menudo entre
escombros o ruinas de antiguas casas rurales.
La belesa florece en verano y otoño. Para uso medicinal se
recolectan las raices y las hojas. Es una planta cuyo manejo por
personas inexpertas puede resultar peligroso; por ello, se
recomienda que tanto la recoleccion como su posterior tratamiento lo
lleve a cabo personal especializado. La raiz de belesa contiene una
sustancia amarga denominada plumbagina. Segun las ultimas
investigaciones, esta sustancia se hallaria en la corteza de la
raiz. Cuando se aisla, forma cristales de color amarillo. Tanto la
raiz como las hojas -frescas, machacadas y aplicadas topicamente-
producen un enrojecimiento e inflamacion instantaneo de la piel,
hasta el punto de formar ampollas rapidamente. Esta propiedad se
conoce como rubefaciente y vesicante. Con cataplasmas preparadas con
esta planta se han querido remediar muchos males, como el dolor de
ciatica, lumbago, los dolores de cabeza persistentes, etc.; pero,
generalmente, lo que se ha logrado es inflamar brutalmente la piel,
con las consiguientes molestias que ello ocasiona. Parece tener mas
efecto para combatir la sarna y otras enfermedades eruptivas de la
cabeza. En cualquier caso, hay que manejarla con sumo cuidado. Otro
mal uso que se le dio a esta hierba fue como remedio para sanar
dolores rebeldes de dientes; asi, se decia que bastaba solo con
mascarla; pero como se puede imaginar, los efectos que provocaba
eran sumamente desagradables -hasta el punto de que uno, en efecto,
se olvidaba del dolor de muelas.
Linimento: Para combatir la sarna se
preparaba un linimento compuesto a base de belesa. Para ello se
machacan 100 g. de raiz de esta planta y se añaden a 1 l. de aceite
hirviendo; se mezcla bien y se cuela por un lienzo, exprimiendo el
residuo al maximo. Esta mezcla se aplica en la parte del cuerpo
dañada por la sarna. Resulta un remedio muy eficaz, pero debido a su
alto poder vesicante hay que tener mucho cuidado. Existen variantes
de la mezcla menos agresivas.
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